sábado, 13 de febrero de 2010

MIS SIETE SERMONES (IV) "LIBERTAD"


Por: Víctor J. Rodríguez Calderón

CUARTO SERMÓN


LIBERTAD




Yo iba dejando atrás todas las inquietudes que me amarraban a la ideología de la nada.
Me tendí a todo lo largo de mi vida con fuerza y resistencia en la línea de mi destino, me dejé llevar por el viento que mecía todas las banderas, me sentía libre donde la unidad era hecha de mucho silencio.
Un canto indestructible condenaba ese silencio, entonces yo tampoco pronunciaba palabra, era cómplice de subordinar y encerrar las libertades ciertas del hombre.
Quise levantar la voz y el dedo índice para que conocieran y vieran todas las lacras de América, me hinché de rabia, sentí desprecio, vinieron los antiguos dolores de nuestros libertadores, regresaron las maldiciones de los pueblos, pero igual, nadie respondió a las nuevas necesidades y se cercenó la libertad otra vez por los mismos gusanos.
Me mordió una voz ilusionaría y quise pisar mas allá de mi propia huella.
Grité: ¡Yo si soy libre! Quise que todos me escucharan, pero no había nadie, todos estaban encerrados en una cárcel, eran como piedras, estatuas. Así pasan los días, los meses, los años y los siglos.
Millones de ojos muertos miraban su propia libertad, todos quisimos unirnos, y esto, todo el mundo lo sabe, es mentira, no existe libertad.
Hablamos todos con boca de esclavos y carcajeándonos soltamos los caballos para que brincaran nuestras montañas, era, justo, por lo menos ellos, debían de buscarla.
Jamás olvide que era libre y que demostrar esta emoción era conciencia y no vergüenza.


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