domingo, 2 de enero de 2011

Amiga

Amiga
Amiga: “Me gustas mucho”
¿Cómo dices?
Simplemente eso… lo que oístes.
Amigo: Ya no tienes ternura, se te ve el alma seca, te veo recordando el viejo camino y así, amigo, no hay como quererte.
Amiga: Escucha mis virtudes, mi corazón aún siente.
Tus palabras son tristes, están untadas más allá del mañana, más allá del ayer.
Entiendo, las digo con muchos recuerdos.
Si, si y se escuchan de las tantas veces que las has dicho.
¿Sabes amigo? “Me gustan mucho”… y escucha… yo también ame como tú, por eso mi corazón se encuentra un poco asustado.
Entonces, ¡amiga se parecen nuestros destinos!
Bueno, lo que pasa es que tú eres marino con el barco destrozado, por eso apenas tenemos un instante solo para decirnos adiós. Porque la verdad amigo, nunca podremos ni siquiera ser amigos, siendo iguales, ¡Somos distintos! ¡Distintos!

Víctor Julio Rodríguez Calderón