martes, 20 de mayo de 2008

LOS HIJOS DEL INFIERNO - CUENTOS



LOS HIJOS DEL INFIERNO



Sin dedicatoria.
Sin introducción.
Sin bautizo.
Soy… soy aborigen
de las empinadas mesetas
del Guaraira Ripano
*



PARAMACONI

"Honor y gloria a todos los aborígenes".

UNA HISTORIA REAL MEZCLADA CON UNA FABULA MODERNA


Enseñar significa instruir y también mostrar; yo he considerado, desde el principio de mi carrera como escritor e investigador de nuestra historia patria, que para publicar un trabajo como este tan delicado, uno tiene que ajustarse, basarse, en realidades y que aún con los cambios de circunstancias, es una necesidad convertir en cuerpo viviente la obra.

Este trabajo es un verdadero examen de historia propia nuestra y aunque sabemos que sus resultados fueron negativos, nos quedaron sus llecciones, sus claves y sus consecuencias, que nunca morirán en el tiempo.

Son cuentos porque amarré las costumbres, los fenómenos sobrenaturales y la historia de esa sociedad con la nuestra, para narrar de un modo diferente las verdades, eso si, con solidaridad objetiva de la existencia de nuestros aborígenes. No existe distancia entre el cementerio que hizo la conquista y el muro de la resistencia de esos hombres, lo que dejó un abismo profundo en la historia de esta patria.

Ellos se enfrentaron a otra civilización desconocida, ruin, perversa, ambiciosa, ladrona, llena de vicios, alienada en una religión cruel causante de condiciones infrahumanas usurpadora de la piedad y del perdón para poder asesinar. Fue una causa desgraciada y fatal ante la cual tuvieron que levantar una guerra defensiva.

Me idee otra manera para contarla, trace otros cortes transversales de tiempo y distancia y mezclé las herramientas históricas para que se pudiera ver la huella que nos dejaron esos hombres con sus luchas libertarias y la piedra que trajeron los conquistadores para cambiar la vida, el sistema y los dioses que aquí teníamos.

Pero eso no es todo, se que muchos escépticos la van a criticar y hasta la van a negar, es mas, algunos historiadores contemporáneos que siempre buscan acomodar sus investigaciones a voluntad de las torpezas y la obstinación, como ha ocurrido ahora cuando se quiere negar la historia y la partida de nacimiento de nuestra amada Caracas, de lo cual hablaremos en otro trabajo, les debo aclarar que estos cuentos son el resultado de una incesante investigación metiendo los ojos y los demás sentidos en los archivos de España, principalmente el de Indias en Sevilla, en nuestro Archivo Nacional, en el de Cartagena de Indias, en Francia, Inglaterra e Italia; de repasar cuidadosamente notas, apuntes, informes y testimonios de escritores de esa época, como fueron don José Oviedo y Baños, Fray Pedro de Aguado, Juan de Castellanos, Fray Pedro Simón, Juan López de Velasco, Antonio Vázquez de Espinosa, Fray Froilan de Rió Negro y Luís R Oramas.

En Venezuela encontramos escritores de la talla de don Antonio Reyes, preocupado, como mi persona, por esa realidad histórica que para muchos venezolanos y porque no decirlo, latinoamericanos, lo han traído como una historia de menos.

Don Alberto Insúa prologuista de la obra de don Antonio Reyes “Caciques aborígenes venezolanos” en su tercera edición, afinca su pluma española para dejar asentado: “El aliento histórico no es privativo de ninguna raza. Tan grandes son estos héroes venezolanos como los homéricos y los que nos deslumbran en los poemas épicos o nos maravillan y conmueven en las canciones de gesta”

Pero hoy puedo decir con orgullo, con honor y dignidad que ha diferencia de esas mitologías, nuestros aborígenes existieron, hicieron historia real, no fueron sociedades fosilizadas ni menos imaginadas, fueron existencia, vida, muerte y desaparecidos por amar a su tierra y a su libertad. Aquí esta su obra de cuentos verdaderos, están las circunstancias del nacimiento de esa sociedad que vivió entre las ruinas del odio y de la ambición.

* Cerro del Ávila
"BUSCO AMIGOS PARA EDITAR ESTA OBRA"

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