martes, 5 de enero de 2010

JUEGO ABSURDO Y CAOTICO


Por: Víctor J. Rodríguez Calderón



Nada se del poema, pero si es como una estatua en mi sueño.
¡Inusitado! ¡Maravilloso! Siento mi ilusión de poeta.
Ahora tengo la locura que en aquel tiempo le temía.
I

Estoy cautivo, pero quiero viajar como el viento.
Tengo mis oscuros demonios
que de rodillas se hacen celestiales,
es una batalla eterna
que prescinde de los visibles clarines,
de los grandes ejércitos, para maldecir
a el tirano, que me quiere encarcelar mis ideas.
II

¡Al fin! Mis letras se detuvieron a ser ángel,
¡sea! Delirio o locura, objetivo inquisidor,
desdeñado en sabiduría, me siento
como si fuese humilde pensador.
III
¡Despierto! ¡Sueño!
Obstinado y agotado:
¡ViVO!
Inflexible: ¡MUERO!
IV
De entre el sonido de la brisa,
vino el ayer y el hoy.
Recorrí todo el pasado,
quede atrapado
en un callejón sin salida.
Sentí todo el miedo.
Vi a Dios sin parecido,
fue una pasión en movimiento
que tenia furia y bandera,
era el amor sin un tiempo,
yo le pedí que no me diera
la pena de su olvido.
V
Tuvo un color mi drama,
había torres de sangre abiertas,
fue en azul que vi todo:
Horizontes sin raíces,
todas las ciudades muertas,
colgaban lenguas de vientos,
también eran azules en la distancia.
Charcos de sangre,
siniestro olor a pólvora luciferina.
Demonios oscuros en azul,
Amarillentos se quemaban.
Era mi Colombia que lloraba
y en una linda procesión
llevaba su victoriosa trompeta
de paz y de salvación.

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